domingo, 24 de junio de 2012

Dudas Infinitas


"Pequeña de las dudas infinitas"

Creo que mi reproductor aleatorio se rie de mi, o quizás la vida quiere que me choque de una vez contra el muro del que siempre me hablan.

En cualquier caso estoy jodida.

lunes, 4 de junio de 2012

XXX

El ejemplar que Luison me ofreció aquella noche estaba dedicado: "La ternura de determinadas miradas te hace avanzar.Gracias por la que tú me dedicas. XXX. L". Me afectó, sin duda, pero ya no soportaba sus besos en X. En ellos no veía más que cruces, las cruces que yo trazaría por cada día sin ella,las cruces sobre las que crucificaría a las personas que demuestran un amor excesivo, los barrotes de la jaula en la que me había recluido al enamorarme."

(...)

Me sentía mendigo. Me desabrochó la camisa, me acarició el torso... y mi legua en su boca, como siempre sin comprender cómo había llegado allí. La noche de la partida encerró el intercambio de fluidos más volcánico de mi corta existencia, como si los invasores hubieran desembarcado, como si se hubiera declarado la guerra, como si nosotros tuviéramos que morir justamente poscoito... en una urgencia apocalíptica. En el punto álgido yo había sususrrado: "Quédate"; el apocalípsis sienta bien al amor, pero una hora más tarde estábamos vivos, ella completamente, yo parcialmente,cada uno en un taxi que surcaba la aurora en direcciones contrarias.
En aquel coche de pago que olía a apino, yo lamentaba no haberla drogado, dejado inconsciente, atado para impedir que partiera. Me odié por ser tan lamentable...no por pensar cosas parecidas, sino por no haber tenido el valor de poner en práctica aquellos pensamientos.
Luison tenía razón: yo no tenía huevos."


Nunca olvides que te quiero
Delphine Bertholon

sábado, 3 de marzo de 2012

La constante sensación ...

...de estar de nuevo siempre pendiendo de un hilo.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Me acuerdo tanto de ti

"Es llamativo cómo a veces nos asalta , nos invade, nos inunda y nos habita la imagen de un gesto, de un movimiento, de una situación. Irrumpe en nosotros una palabra y una mirada; en definitiva, un rostro. Nos acordamos de alguien. Puede ser que con gusto, con alegría, al menos en princpio. Pero pronto ese recuerdo es la ratificación de una distancia, de una separación. No estás y sin embargo su ausencia se hace presente. No es una simple nostalgia, es una constatación. Si hay un recuerdo es porque en algún modo algo o alguien se fueron.

Que tal vez vuelva es estimulante, incluso cabría ser un consuelo, pero recordar es también reconcer que algo ha finalizado, se ha perdido,se ha ido. Que ese alguien se encuentre en otro lugar, por un lado, es un alivio; por otro, una inquietud. Le echamos de menos y, a la par, está en nosotros. Tanto nos pertenece como le pertenecemos. Y, sin embargo, no nos tenemos. En abosluto. Lo notamos. Lo sentimos. No es lo que más nos gustaría, pero es así. Echar de menos no es sólo sentir falta, es constatar que hagamos lo que hagamos cabe la distacción, pero no el olvido. Alguien nos tiene sin poseernos, le tenemos sin poder, sino acariciar su ausencia. Lo notamos con intensidad pero no está.
Ahora bien, en la palabra acuerdo está la palabra corazón. El recuerdo tiene siempre también una connotación afectiva. Y nos gusta. No es una simple repetición, es una reiteración, un modo de reactivar algo, de revivirlo. Se trata de que llegue a ser una rememorización. Quizá hayamos de tomar ese recuerdo en memoria, lo que supondría no una simple añoranza del pasado, sino muchas posibilidades latentes y vivas, y algún porvenir. Acordarse de alguien es asociarse con él o con ella de algún modo singular, es una conmemoración.

En la noche, un recuerdo irrumple en silencio. Nos adormilamos al susurro de las palabras que alguien no nos dice. Amanecemos en brazos que no están. Y, sin embargo, no todo es un espejismo. Algo nos enalza, nos vincula, algo que no es precisamente menos real que una asuencia. Podríamos intentar denominarlo, pero con palabras tan sencillas que resultarían excesivas. Recuerdo cuando no necesitábamos recordar.

Me acuerdo de ti, compartimos una memoria común, y desearía hacer contigo algo que por cordial fuera para ambos memorable. Me acuerdo tanto de ti que, como suele decirse, me desvivo por verte, por oírte, por presentir que quizás a ti te ocurra algo similar. No te aconsejo tanta ansiedad, ni tanta turbación. Preferiría que se te pasara. Es decir, que nos viéramos. Lo digo por mí."

Ángel Gabilondo

sábado, 1 de enero de 2011

La casualidad que andabamos esperando...


"Cuando hace frío la mayoría de las cosas van más deprisa, o llegan antes. Me refiero a las casualidades. Me encanta que haga frío. Una tarde de mucho frío leí una pregunta de amor, demasiada bonita para la letra de un niño. "

"Sentí que algo conocido se había metido dentro de lo desconocido, había llegado al fin de algún sitio. Tuve un pálpito, fue el primero de muchos."

"Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande, y eso que las he tenido de muchas clases. SI. Podría unir mi vida uniendo casualidades.La primera y más importante fue la peor..."




Los amantes del circulo polar

viernes, 23 de abril de 2010

6,470,818,671 de almas


"En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones ochocientos diociocho mil seiscientos setenta y un habitantes en el mundo.(6,470,818,671).
Algunos huyen asustados,
Otros vuelven a casa,
algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir,
otros se enfrentan a la verdad,
algunos son hombres malos en guerras contra el bien,
y algunos son buenos y luchan contra el mal,
seis mil millones de personas en el mundo,
seis mil millones de almas,
y a veces.... solo necesitas a una."

jueves, 18 de febrero de 2010

Escuchar


Me gusta poner atención en los sonidos que normalmente pasan desapercibidos.
Como la respiración de alguien cercano a ti,
el sonido que hace la tela de una camiseta al levantarla,
o algo casi interceptable como el de unos dedos acariciando la piel,
o el pequeño ruido que se produce al acariciar la barbilla dos dias despues de afeitarla.
El sonido del café callendo en la taza,
el crujir de la tostada al morderla,
el del edredón al darme la vuelta bajo él,
o el que oyes cuando alguien acaricia tu pelo desde la nuca...
Y que decir del latir de un corazón cuando te apollas en el pecho de alguien...
Las gotas chocar contra el cristal de mi ventana,
un bote de lata abrirse,

un suspiro que guarda algo que decir,
una sonrisa con algun tipo de risa silenciosa,
el sonido de un cajon de madera abrirse,
el de un libro cerrarse justo al terminar de leerse...